domingo, 31 de julio de 2011

Para llorar (4° 10 vs 4° 6 y 7)

4° 10

Santi 7
Estéfano 4
Tadeo 3
Marqui 5 (por las ganas)
Fede G 9
Tomi 7
Ale R 5
Emi 3


4° 6 y 7

Joaquín 4
Juli ¿topo? 6
Chino 8
Ivo 3
Gero
5
Alejo 6
Ale G 3
Toto 5


En la previa, no me acuerdo, porque pasó hace mucho. Lo que se puede decir es, por un lado, un dos veces campeón deslucido, opacado, que no encuentra el equipo y que no puede mantener el arco en cero. Por el otro, un rústico y muy fisura equipo de la décima, con la bandera a todos lados, de un amarillo y negro aguerrido y comandado por el marplatense Fede "Satanás" Gasparotti, que buscaba asegurarse la clasificación. La décima (Satanás, en realidad), con un jugador más, paró un doble cinco y un solo punta demostrando el tipo de juego que los caracteriza. Los verdes, llenos de incumplimientos, plantean el partido como "a correr mucho y ver que sale".
La cuestión es que el chino de la 6 y 7 llega (mejor) tarde (que nunca) y, como buen tapado, sorprende ganando un TL del que se hace cargo, por supuesto, Gero. Pelota alta poco esquinada y Vallespir manotea muy bien por arriba.
Mientras, en la mitad de la cancha, el planteo de la 10 empieza a tener sentido y la gente se enloquece cuando Satanás y Gunkel se sacan chispas. Marqui, mientras, hace gala de su posición de cinco creativo, se suelta un poquito y va a presionar la salida. Ivo se complica, toca la diez, aprovecha los hombres de más pero cuando la pelota le cae a Satanás, demuestra que está mentalizado y tiene un solo propósito: revolear lo que venga; cada pelota que toca no baja de los seis metros. Entonces el partido se disponía así: un doble cinco impenetrable para Ale G del equipo taxi, que, cuando tenía la pelota, no lograba hacer una jugada decente.
Cual oasis en el desierto de la lírica y el buen juego, el chino lo sienta a Tomy con una pisadita y se gana un 八個 para el ranking.   
Los verdes prueban pero no profundizan. Son pocos y no pueden para la pelota: todo para arriba y que se arreglen. El chino se divierte a pura pisada y los taxis lo paran solo con fau. Le subimos un puntito más, en resumen: 9 para el lírico.
Suena el pito, los pibes a tomar agua y nosotros a secarnos las lágrimas. Un partido que da asco. Y un entretiempo más que corto (se ve que el juez quería irse rápido). 
Arrancamos con un corner que encuentra la cabeza de Satanás, demostrando sus completísimas cualidades y su perfil de rústico matriculado. Como era de esperar, se va afuera. 
Anoté que a partir de un lateral, Gasparotti la para y le da de tijera y el uno la para el dos tiempos, pero seguramente estaba mirando otra cosa. 
Mientras, del otro lado, Ale G pierde y pierde al mismo tiempo que recupera yendo al piso. Gero se pone mal porque no le salen los pases redondos: flojos los dos. Así todo, los muchachos consiguen la primera jugada de peligro del partido: a Tomi se le escapa un buen pase de Gero que alcanza a Toto. Este la rebota y consigue el ansiadoportodonueve mano a mano, define y tapa bien el gran arquero que tiene la 10. El rebote lo toma Ale G que la tira apenas pegadita al palo, abajo, para el suspiro de la popu. 
Escena que condensa la influencia y las características de Satanás sobre los taxis: un tiro libre cercano al área. Pide la pelota y se hace cargo (no visto desde los gloriosos tiempos del Cata Díaz). La apoya en el verde césped, los Diadora negros paraditos frente a la redonda, brazos en jarra, muchos suspenso. Todos esperábamos la bomba al medio del arco y que el uno se queme las manos, pero la pelota se va ancha. 
Satanás, no conforme con maltratar pelotas, canillas, tibias, matas de pasto, le da una linda patada al aire. No me gustaría ser esos botines. Además, todo el equipo grita cosas ininteligibles cada vez que atacan, por favor, que alguien el próximo partido me explique cuál es el sentido de esto. 
Ale R apura y corre una bocha, la gana pero se encuentra con el defensor de más oficio de todo cuarto año: el Señor Topo. Todavía no tuve la oportunidad de ver un jugador que lo pase en el mano a mano. 
Moría muerto el partido cuando con mucha viveza los amarillos apuran el lateral para Tomi, que entra SOLO por el medio del área, cual taxi en carril exclusivo, en un serio descuido defensivo, y define bien, al medio del arco abajo. Entra Peter por Marqui y se pone la casaca al revés y dada vuelta. Consecuente con sus cualidades para el balónpie. 
Lo último, un caño del colo a la pasada que entra a última hora al lírico con ocho.
De más está decir, por si quedó alguna duda, que Satanás tiene un hermoso diez para el rústico.  
La conclusión: este partido puede marcar la consolidación de una nueva tendencia en el fútbol de cuarto año: la tendencia del golpe, el revoleo y el fútbol aguerrido. La tendencia de un central que se para de cinco y que tiene como estandarte el carneo del rival. Un equipo detrás de la figura de Satanás Gasparotti. ¿Podrá llenarse esa copa de ferner a fin de año y alimentar el espíritu fisura de estos hombres? La nueva ley que se impone, la ley del rústico: o pasa el jugador, o pasa la pelota, pero nunca los dos juntos.
Los verdes, si no ganan el que viene ante la ocho y nueve, se van a despedir temprano del torneo: muchachos, compromiso, dedicación, concentración y trabajo. Para salir primeros, hay que poner más huevo.  


Informó desde Almería, para El Gordo Balón, Seba Pasarín.

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